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PARÍS Y VERSALLES

4 DÍAS EN PARÍS
Nuestro itinerario para ver París en 4 días recorrerá los principales monumentos, jardines y arterias comerciales de la ciudad. Dependiendo de los gustos de cada uno de los viajeros, podrán ir de compras, visitar los monumentos, sentárnos en un café, disfrutar de los jardines y adentrarnos en los museos.
DÍA 1: LA TORRE EIFFEL Y NUESTRO ENCUENTRO CON PARÍS
Después de la visita podremos dirigirnos al Barrio Latino, uno de los lugares más animados y económicos para cenar. Tomaremos el RER en Champs de Mars – Tour Eiffel y bajaremos en Saint-Michel – Notre Dame.
Después de cenar podremos tomar una copa por la zona o dar un paseo para ver los monumentos iluminados. Cruzando a la Île de la Cité desde el Barrio Latino por cualquiera de los puentes del Senallegaréis a Notre Dame. Al cruzar la isla veremos en el Hotel de Ville, el ayuntamiento de París.
DÍA 2: MUSEO DE LOUVRE, CAMPOS ELÍSEOS Y MÁS
Comenzaremos a las 10:00 en Los Inválidos. Las paradas de metro más cercanas son Invalides, Varennes y La Tour-Maubourg. En el interior de la iglesia, bajo la cúpula central, se encuentra la tumba de Napoleón.
Junto a Los Inválidos se encuentra el Museo Rodin, muy cómodo de ver y altamente recomendable. En su jardín se encuentran las principales obras del escultor.
Cruzando la explanada de Los Inválidos llegaremos al puente de Alexandre III, el más bonito de París. Siguiendo rectos pasaremos entre el Grand Palais y el Petit Palais. Este último, de entrada gratuita, tiene una bonita decoración y un patio bastante interesante.
Retrocediendo por los Campos Elíseos y tras caminar algo más de media hora, llegaremos a la Plaza de la Concordia, donde se encuentra el obelisco de Lúxor. Desde el centro de la plaza podrémos ver al oeste los Campos Elíseos, al este los Jardines de las Tullerías, al sur la Asamblea Nacional y al norte laIglesia de la Madeleine.
Caminando en sentido a la Madeleine recorrerémos la Rue Royale, una de las calles comerciales más famosas de París. Podremos acceder al interior de la iglesia y luego, retrocediendo por donde habémos venido, tomar la calle Saint Honoré a la izquierda.
Siguiendo Saint Honoré verémos a mano izquierda la Plaza Vendome, presidida por la famosa columna copia de la de Trajano, en Roma.
Rodeando el edificio llegarémos al Boulevard Haussmann, donde se encuentran las Galerías Lafayette y Printemps, dos grandes almacenes para hacer compras. Recomendamos visitar Lafayette aunque sólo sea por ver su cúpula.
Caminaremos en dirección este hasta el metro Grandes Boulevares, donde se encuentra el Hard Rock Café y el Museo de Cera Grévin.
DÍA 3: NOTRE DAME Y TRAS LAS HUELLAS DE AMÉLIE
del viaje para que disfruten mejor de este paseo. Tomaremos el metro (Blanche) y caminaremos por la Rue Montmartre hasta llegar a la plaza Blanche, donde se encuentra el mundialmente conocido Moulin Rouge.
El Boulevard de Clichy es una zona bohemia, con bastante vida nocturna y tiendas que hacen pensar que te encuentras en el Barrio Rojo parisino. Pensándolo bien, así es.
Muy cerca de ahí desayunaremos en el "Cafe des Deux Moulins" donde Amélie trabajaba. Es un exquisito lugar a precion bastante razonables.
DÍA 4: EL PALACIO DE VERSALLES
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde hace más de treinta años, el Palacio de Versalles es uno de los palacios más conocidos a nivel mundial, no sólo por su imponente arquitectura y sus interminables y cuidados jardines, sino porque constituye una parte importante de la historia de Francia.
Los comienzos del palacio
La visita al palacio
La visita a los jardines
Au Revoir Paris: romántico paseo nocturno por el Sena

Para empezar bien la visita nada mejor que visitar la Torre Eiffel, el símbolo de París. La mejor impresión la tendremos llegando en metro a la parada Trocadero, desde donde se aprecia la magnitud de la torre y los Campos de Marte, el jardín donde se asienta.
Bajando por el Trocadero llegaremos a la base de la Torre Eiffel, donde se encuentran las taquillas para acceder a la misma. Hay diferentes billetes para subir a distintas alturas, recomendamos animarse y subir a la tercera planta, donde se encuentra el mirador más elevado.
Continuando por la Avenida Churchill llegaremos a los Campos Elíseos y podremos divisar el Arco del triunfo a mano izquierda. Caminaremos hasta el sin prisa, echando un ojo a los escaparates de los diseñadores o tomando un café en las exclusivas terrazas.
Desde nuestro punto de vista, aunque no tiene la espectacularidad de la Torre Eiffel, el Arco del triunfo ofrece las mejores vistas de París. Subir hasta su cima es bastante recomendable.


Saliendo de la plaza por el mismo camino y siguiendo rectos llegarémos a los Jardines de las Tullerías. Recorredlos hasta llegar al Museo del Louvre, al que podémos dedicar tanto tiempo como querámos. Recomendamos ser selectivos ya que el Museo está diseñado para recorrerse en varios días.
Saliendo del museo por su parte norte tomaremos la Avenida de la Ópera hasta llegar a la susodicha. Esta importante calle comercial fue construida por Napoleón III para comunicar el Louvre con el Palacio Garnier, nuevo edificio de la Ópera que el mismo comenzó a construir.

Visitaremos Notre Dame desde muy temprano para evitar las filas y no encontrar muchos turistas. Recomendamos madrugar para estar en la fila a las 9:45 de la mañana. Después de fotografiar las famosas gárgolas adentarnos en la catedral, no se tarda mucho en acceder, es gratis e imprescindible.
Al salir de Notre Dame seguiremos los pasos de Amélie, el celebre personaje de la peli francesa protagonizada por Audrey Tautou. Casi la totalidad fue filmada en el barrio de Montmartre, así que recomendamos a los viajeros que si no la han visto, lo hagan antes
Caminando hacia el este por el Boulevard de Clichy llegarémos hasta la parada de metro Anvers, donde verémos indicado el Funicular de Montmartre. Podémos utilizar este transporte o subir las 200 escaleras.
Una vez en la parte alta de Montmartre visitaremos la Basílica del Sagrado Corazón y recorreremos sus calles. Siguiendo el flujo de turistas llegarémos hasta la Plaza du Tertre (más conocida como Plaza de los Pintores), uno de los mejores lugares de París para cenar tranquilo a un precio económico.

Luis XIV fue el primero en transformar y ampliar el pabellón de caza de su padre, Luis XIII, donde instalaría la Corte y el gobierno en el año 1682. Desde entonces y hasta la llegada de la Revolución Francesa, diferentes monarcas se fueron sucediendo en el trono y continuaron embelleciendo el palacio.
En 1661 se iniciaron las obras para la creación de los Jardines de Versalles, que no se verían finalizadas hasta cuarenta años después. La construcción de los jardines fue un duro trabajo, ya que el terreno estaba ocupado por bosques y terreno pantanoso, por lo que se necesitó la ayuda de miles de hombres que se ocuparon de transportar tierra y todo tipo de árboles.

Durante la visita al Palacio de Versalles es posible recorrer infinidad de estancias con una gran riqueza artística entre las que merece la pena destacar la enorme capilla y los Grandes Aposentos del Rey y la Reina, que poseen una gran cantidad de elementos decorativos.
También goza de especial importancia la Galería de los Espejos, una impresionante galería de 73 metros de longitud que posee 375 espejos. Se trata de una de las estancias más importantes del palacio, ya que fue el lugar en el que en 1919 se pondría fin a la Primera Guerra Mundial con la firma del tratado de Versalles.

Los impresionantes Jardines de Versalles cuentan conuna extensión de más de 800 hectáreas a lo largo de las cuales se extienden plantas y todo tipo de árboles, además de gran cantidad de estatuas de mármol, estanques y fuentes.
Es prácticamente imposible recorrer la totalidad de los jardines, pero existen diferentes formas de intentarlo, por ejemplo alquilando una bicicleta o un coche eléctrico, o bien con el trenecito que recorre los jardines. Algunos de los puntos más importantes del jardín son el Gran Trianón, un pequeño palacio de mármol rosa, o el Dominio de María Antonieta, lugar en el que la esposa de Luis XVI disfrutaba de una vida sencilla y campestre.

Para despedirnos de la Ciudad Luz y celebrar nuestros días en ella, recomendamos hacer el romántico paseo nocturno por el Sena. Salimos desde la parada de la Torre Eiffel iluminada ya, en un barco muy confortable con techo de vidrio y con auriculares en cada asiento donde en diferentes idiomas nos indican los nombres e historias de los puentes de París ... un paseo inolvidable.
